¡Hola! Un lunes más te traigo una receta que tenía muchas ganas de hacer y de probar, Pan japonés Hokkaido sin azúcar ni mantequilla; ya que he visto miles de fotos en internet pero nunca la había hecho.
Además, tal y como ves en el título, he decidido arriesgarme, y hacerlo sustituyendo dos de sus principales ingredientes.
El resultado es el Pan japonés Hokkaido sin azúcar ni mantequilla que ves en las fotos. ¿Apetecible, verdad?
Este pan es mundialmente conocido por la esponjosidad de su miga; y el secreto para que así sea es el tang zhong previo que hacemos, que no es más que cocer parte de la harina hasta obtener una textura de papilla, así podremos lograr masas más tiernas. Esta técnica se usa no solo en el Hokkaido sino por ejemplo también en pan de molde, bollos de mantequilla etcetera…
No es en sí un pre fermento ya que no lleva levadura para que pueda fermentar, pero esa especie de papilla hace que nuestro pan quede esponjoso y suave.
Este Pan japonés Hokkaido sin azúcar ni mantequilla puedes comerlo sin añadirle nada, es delicioso, o puedes cortarlo en rebanadas y acompañarlo con mermelada, crema de cacao, chocolate, lo que más te guste…imaginación al poder.
Con los ingredientes indicados tienes para dos panes de unos 500 gr. cada uno, por lo que si quieres puedes dividir en dos y tendrás un pan como el de la foto utilizando un molde de 21×11,5 centímetros.
INGREDIENTES PARA EL TANGZHONG:
- 40 gr. de harina de fuerza
- 100 gr. de leche
- 100 gr. de agua
PREPARACIÓN:
Pon todos los ingredientes en un cazo o sartén y calienta hasta llegar a unos 65º sin dejar de remover con unas varillas hasta tener una especie de papilla.
Si no tienes termómetro, no te preocupes porque podrás saber que está listo cuando se espese y se queden las marcas de las varillas en la papilla.
Dejamos en un bol tapado con papel film a contacto hasta que enfríe a temperatura ambiente.
INGREDIENTES PARA LA MASA:
- 460 gr. de harina de fuerza
- 90 gr. de eritritol
- 20 gr. de levadura
- 1 huevo
- 40 gr. de nata
- 40 gr. de leche
- 25 gr. de aceite de coco
- 4 gr. de sal
- todo el tang zhong que hemos preparado

PREPARACIÓN:
Cuando tengas el tang zhong a temperatura ambiente puedes empezar a hacer la masa.
Primero calienta un poco la leche (sin que queme) y diluye la levadura en ella. ¡ojo! si calientas demasiado la leche «matarás» la levadura.
Te aconsejo que hagas la masa en una amasadora o similar, porque sino ese día no te va a hacer falta ir al gimnasio….
Es un amasado largo y muy importante para que nos quede realmente bien.
Pon en el bol de la amasadora con el gancho todos los ingredientes, excepto el aceite de coco y comienza a amasar a velocidad media-baja durante más o menos 10 minutos.
Hago un inciso para hablarte del aceite de coco que he utilizado, en este caso es desodorizado.
Lo conocí hace poco gracias a Soraya @elcolmadodesoraya, una chica de Ávila que tiene una tienda ecológica, en la que tiene muchísimas cosas de cultivo ecológico, sin azúcares, naturales… No dejes de visitarla.
Hablando con ella le comenté que quería utilizar el aceite de coco para mis recetas, pero que como no me gusta el sabor del coco no podía hacerlo; ya que luego no podía probar mis propias recetas, me dijo que existía uno sin sabor y ese es el que he utilizado. Desde ese día es mi nuevo mejor amigo.
Seguimos con la receta: cuando ya hayan pasado los primeros 10 minutos de amasado, añadiremos el aceite de coco sin dejar de amasar y seguiremos amasando al menos otros 10 minutos, eso sí, ahora hay que subir un poco la velocidad.
Si tu máquina se calienta demasiado, o ves que tu masa sigue pegándose a las paredes; no te preocupes, deja un reposo de unos 5-10 minutos y sigue amasando.
Al final tendrás que tener una masa lisa y sin que se pegue a las manos.

Si quieres asegurarte de que está bien, puedes hacerle la prueba de la membrana, si no estuviera sigue amasando un poco más.

Cuando ya tengas la masa lista, pásala a un bol y tapa con un film y déjala que fermente una hora. Puedes también hacerle una fermentación más larga pero en nevera.
Déjala unas 8 horas en la nevera y así tendrás un mejor sabor y un magnífico aroma en tu pan.
Una vez hecha la fermentación que hayas escogido, haremos un pequeño amasado a mano y ya lo pondremos en el molde donde hornearemos.
Cuando saques la masa, desgásala un poco con los dedos, hunde tus dedos en la masa.

Divide la masa en dos o en cuatro dependiendo de cuánta cantidad de masa hayas hecho.
Vamos a dividir la masa. Dividiendo la masa.
Bolea un poco cada trozo y luego con las manos aplástala para posteriormente estirar con el rodillo ligeramente, tampoco fuerces mucho para que no se le vayan todas las burbujas.
Realiza el doblez que verás en las fotos, lleva un extremo a la mitad y el otro extremo encima del otro. Gira la masa, dobla de nuevo y rueda hasta hacer un bollito y directamente al molde donde lo vayas a hornear.
Realiza la misma operación con el otro trozo de masa y pon en el molde también, tapa con un papel film y deja fermentar hasta que doble el volumen pero al menos dos horas.

Este tiempo va a depender de la temperatura que tengas en casa, por eso insisto, debes vigilar que doble el volumen antes de fijarte en el tiempo que tiene que estar.

Cuando esté listo, pincelar ligeramente con una mezcla de huevo y leche y directo al horno que tendremos precalentado a 180º con ventilador y calor arriba y abajo.
Lo tendremos durante 20-25 minutos.
Deja enfriar completamente en el molde y cuando ya esté frío puedes sacarlo.
Para tu Pan japonés Hokkaido sin azúcar ni mantequilla, te aconsejo que sea un molde antiadherente para que no tengas ningún susto a la hora de desmoldar, si es de ese tipo, no tendrás ningún problema y no hace falta engrasarlo.
¿Qué te parece la miga que tiene? ¿Esperabas que al hacerlo sin azúcar y sin mantequilla quedara así? ¿Podrías distinguirlo de uno que sí lleve a simple vista?
Cuéntame com te ha ido preparando tu Pan japonés Hokkaido sin azúcar ni mantequilla y si te animas, enséñamelo, me encantará verlo.
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