Con esta Pavlova con chocolate y frutos rojos, me he animado con una receta muy popular, y si te soy sincera, es la primera vez que la preparo y que la pruebo.
La pavlova clásica está concebida para ser crujiente por fuera y esponjosa en su interior y está elaborada a base de merengue y cubierta de trozos de fruta.
Es muy popular en Australia y Nueva Zelanda, como también es conocida la disputa histórica entre ambos países por su origen, que recibe su nombre de la gimnasta artística Anna Pávlova.
Parece ser que fue un postre ideado por el chef del hotel donde se hospedaba Anna durante una visita a Nueva Zelanda para halagarla, aunque también ha aparecido en libros de recetas de Australia.
El merengue es uno de mis dulces favoritos y es una receta que aparentemente parece fácil.
Aunque es difícil de encontrar en una pastelería, ya que su delicadeza hace que tenga que ser preparada al momento de consumir, y claro, eso en una pastelería no siempre es factible.
Paso a detallarte los ingredientes y preparación de esta deliciosa pero delicada Pavlova con chocolate y frutos rojos
INGREDIENTES PARA EL MERENGUE:
- 180 gr. de claras
- 150 gr. de azúcar
- 50 gr. de azúcar glas
- 10 gr. de maicena
- Aroma de vainilla (opcional)

INGREDIENTES PARA LA GANACHE DE CHOCOLATE:
- 150 gr. de nata (mínimo 35% MG)
- 200 gr. de chocolate negro

PREPARACIÓN:
Para comenzar nuestra Pavlova con chocolate y frutos rojos, montamos las claras con el azúcar normal hasta que esté a punto de nieve.
Cuando ya tenga ese punto, añadimos el azúcar glass y la maicena tamizadas (si decides utilizar el aroma de vainilla, este es el momento de incorporarlo) hasta tener un merengue con picos duros.
Como ves, esta receta parece muy sencilla porque no tiene nada más que el montar las claras, pero es que este paso es uno de los más importantes.
Si no lo haces bien tus claras se bajarán y no te quedará bien firme cuando lo pongas en la bandeja para hornear.
Deberás tener el horno precalentado a 80º-90º si no quieres que te quede tostado, ten tu horno a esta temperatura y alrededor de dos horas.
Si por el contrario, quieres que te quede con un tono tostado, deberás igualmente ponerlo a unos 80º-90º; pero lo tendremos a esta temperatura una hora y subiremos a 110º una media hora más aproximadamente.
Pondremos un papel encima de una bandeja de horno, o también puedes utilizar un tapete de silicona perforado; yo he buscado un aspecto un poco más rústico pero en cuanto al gusto, puedes hacerlo como quieras.
Lo vuelcas todo, y con una lengua vas moldeando la forma, eso sí, debes dejar un hueco en el centro que es donde irá luego nuestro relleno.

Cuando haya pasado el tiempo de horneado indicado, debes dejar tu Pavlova dentro del horno apagado, con la puerta cerrada hasta que progresivamente se enfríe; de lo contrario, el merengue se agrietará y se romperá.
Cuando vuelvas a abrir el horno para ver si ya está frío, te llamará la atención el olor tan delicioso que sale…
Te va a quedar un merengue duro en el exterior y esponjoso en su interior…te va a sorprender tanto que no te creerás lo rico que está.

En mi versión de Pavlova, he optado por ponerle chocolate en lugar de la tradicional nata montada. Así no hacemos la clásica, y te puedo asegurar que hacen un combo de diez.
Para hacer la ganache de chocolate, simplemente, debes calentar la nata en un cazo y derretir el chocolate negro al baño maría (recuerda que lo puedes hacer en el microondas pero con golpes de calor de 30 segundos vigilando que no se queme).
Cuando esté el chocolate derretido, iremos incorporando la nata caliente en varias veces y haciendo una emulsión con una lengua, hasta que tengamos una crema líquida, pero con cuerpo.
Ahora hay que dejar que enfríe para echarla sobre nuestra Pavlova, porque si no, el merengue al ser tan delicado se rompería. Importante dejar templar, no hace falta enfriar en nevera.
Cuando nuestra Pavlova esté completamente fría (al igual que la ganache debe estar a temperatura ambiente no fría de nevera, ya que el merengue y la humedad no se llevan muy bien), le echamos en el centro nuestro chocolate y le dejamos caer también alrededor, a tu gusto.
Por último, pondremos los frutos rojos por encima terminándola de decorar y ya estaría lista para consumir.
CONSEJOS:
- Hazla el día que la vayas a consumir, o si quieres, la haces y la dejas toda la noche en el horno.
- No le pongas el chocolate hasta el momento de consumir, por lo que puedes hacerlo con anterioridad pero sin volcar hasta el momento.
- Revisa los consejos sobre el horneado.
- Cuidado a la hora de transferirla de la bandeja del horno al plato donde la vayas a presentar, no olvides que es muy frágil y podría romperse.
Espero que te haya gustado mi particular versión de esta tarta y que te animes a hacerla…¡ah! se me olvidaba, puedes hacerla en formato individual y así a la hora de partirla y comerla será más fácil aunque ya te adelanto que esa es otra de las partes complicadas…


En cuanto lo haga lo plublico. Gracias
Todos se ven muy buenos.
¡Hola! Muchísimas gracias por hacer mis recetas. Estoy deseando ver el resultado y si tienes cualquier duda, escríbeme que estaré encantada de ayudarte. Un saludo, Tamara.