Hoy te traigo una receta de otro clásico en el mundo de la pastelería, que para mí junto a la Tarta de Queso y la Tarta de la Abuela, conforma un trío espectacular, el Tiramisú.
En este postre, también hay muchas variantes, pero la que te presento yo es la de mi suegra, la que ella ha hecho durante toda su vida y la que por suerte; he tenido el placer de disfrutar. Ahora me la ha prestado para que te la enseñe a ti. GRACIAS, suegra! ❤️
Mi aporte a esta receta sn los bizcochos, por si te animas a hacerlo tú, y a completar de sabor tu tiramisú; porque he de decir que son fáciles de hacer y en cuanto a sabor hacen que sea de diez.
INGREDIENTES BIZCOCHOS (para unos 37 bizcochos aproximadamente)
- 120 gr. de claras
- 80 gr. de yemas
- 130 gr. de azúcar
- 130 gr. de harina de trigo
- Azúcar glas para espolvorear

PREPARACIÓN:
Montamos las claras a punto de nieve con la mitad del azúcar; como sabes debes hacerlo en 3 veces, primero cuando espumen las claras, echas una parte; sigues batiendo y cuando ya no haya nada de líquido, echas otra parte del azúcar y cuando ya estén montadas, le echas la última parte del azúcar.
Por otro lado, bates también las yemas con la otra mitad del azúcar que habíamos dejado y hacer que su volumen crezca un poco y blanqueen.

Ahora es el turno de mezclar con movimientos envolventes las yemas a las claras, la incoporamos de una vez y con cuidado para no bajar las claras.
Cuando ya tengamos todas las yemas incorporadas, hacemos lo mismo con la harina (previamente tamizada). Lo haremos en 3 veces y con movimientos envolventes.
Meteremos en una manga pastelera, yo en este caso le he puesto una boquilla lisa del nº 12.
Encima de una bandeja de horno con papel haremos una tiras con la masa, dejando separación entre ellas para que cuando crezcan un poco en el horno no se peguen unos a otros. En este momento es cuando espolvoreamos una fina capa de azúcar glas.

Tendremos el horno precalentando a 180º con calor arriba y abajo y ventilador. Hornearemos unos 8 minutos a 180º pero revisad que vuestros bizcochos estén doratitos y al tocarlos no se peguen en los dedos.
Dejaremos enfriar encima de una rejilla y mientras iremos a preparar la crema de nuestro tiramisú.

INGREDIENTES CREMA:
- 500 gr. de queso mascarpone
- 2 yemas
- 200 ml. de nata para montar
- 200 gr. de azúcar
- Café
- Coñac o el licor que prefieras

PREPARACIÓN:
Montar la nata que debe estar muy fría y reservar en la nevera mientras montamos el resto de la crema.

Ponemos el queso mascarpone y el azúcar a montar con las varillas para obtener cremosidad y que el azúcar se incopore de tal manera que no se aprecien los granos.
Cuando veamos que ya no hay granos incoporamos las yemas de huevo pero de una en una; incoporar del todo, nos debe quedar una crema de un ligero color debido a las yemas de huevo.

Por último, incorporamos a nuestro tiramisú la nata al resto de la crema en 3 veces con movimientos envolventes y metemos en una manga pastelera; este paso es totalmente opcional, si no quieres, puedes echar la crema directamente encima de los bizcochos y extenderla con una espátula.
MONTAJE DEL TIRAMISÚ:
- Si ya hemos realizado el café, en este momento deberá estar frío y le echaremos un chorreón de coñac. En mi caso no tenía coñac y le he echado ron pero tampoco puedes no echarle ningún licor, es opcional pero le dará un toque de sabor muy rico.
- Bañamos los bizcochos en este café y lo pondremos en la base de nuestra bandeja o molde. por encima extenderemos una capa de la crema y así haremos las capas que queramos hasta terminar con una capa de crema.
- Por último, espolvoreamos cacao en polvo por encima de nuestra crema y llevaremos a la nevera a enfriar.
TRUCOS Y CONSEJOS:
- Prepara el café cuando prepares los bizcochos para que le dé tiempo a enfriarse mientras haces el resto de elaboraciones ya que para bañar los bizcochos debe estar frío porque sino se te van a romper.
- Para este tipo de bizcocho si no quieres bañarlo demasiado da igual porque es tan suave que no le hace falta empapar pero si utilizas otro tipo, debes tener en cuenta este paso y bañarlo para que no quede seco.
- Si quieres, puedes hacer el último paso de espolvorear el cacao una vez vayas a consumirlo ya que al meterlo en la nevera se oscurece y no queda tan vistoso como recién espolvoreado.
